Mientras Alemania da un paso al frente para reforzar sus Fuerzas Armadas ante la creciente tensión con Rusia, España descarta por completo la reintroducción del servicio militar. Este miércoles, el Gobierno alemán ha aprobado un proyecto de ley que contempla un servicio militar voluntario, aunque con la posibilidad de hacerlo obligatorio si la situación lo exige y el Parlamento lo aprueba. El objetivo: aumentar las reservas de personal sin volver al reclutamiento forzoso en tiempos de paz. Sin embargo, en España, el Ministerio de Defensa ha sido claro: no existen planes para recuperar la antigua «mili».
La ministra Margarita Robles ya lo ha dejado claro en otras ocasiones, incluso ante el contexto de seguridad cambiante en Europa, donde países como Letonia o Lituania ya han reintroducido este tipo de servicio tras la invasión rusa de Ucrania. España abolió el servicio militar obligatorio en 2001, durante el mandato de José María Aznar obligado por Jordi Pujol, y desde entonces ningún gran partido político ha planteado su regreso.
Actualmente, las Fuerzas Armadas españolas cuentan con casi 150.000 efectivos, además de más de 3.000 reservistas voluntarios que pueden ser activados si fuera necesario. El Ministerio de Defensa prevé reforzar su plantilla con 14.000 militares más en los próximos diez años, una apuesta por el profesionalismo sin volver al pasado del reclutamiento obliga
