En 1967, un fotógrafo de periódico, Rocco Morabito, se detuvo para tomar unas fotos en Jacksonville, Florida. De repente, vio algo dramático: un electricista, Randall Champion, colgaba inconsciente de un poste, tras tocar una línea de alta tensión. Su vida estaba en grave peligro. Pero entonces, llegó otro trabajador, J.D. Thompson, que no dudó ni un segundo en subir al poste para ayudar a su compañero. Al ver que el tiempo se agotaba, Thompson tomó una decisión valiente: le dio respiración de boca a boca a Champion allí mismo, a varios metros del suelo. Con este acto, Thompson le insufló vida a su compañero y, con la ayuda de un fuerte golpe en el pecho, logró reanimarlo. Morabito capturó ese momento en una foto que tituló «El beso de la vida». Esta poderosa imagen, que muestra la solidaridad y el coraje de Thompson, le valió el premio Pulitzer en 1968. Poco después, Thompson logró bajar a Champion y, junto a otro compañero, continuó la reanimación hasta que llegaron los paramédicos. Gracias a la valentía y la acción rápida de J.D. Thompson, Randall Champion sobrevivió. Una historia que nos recuerda el poder de la compasión.